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Deporte: violencia social

 Piden mayor vigilancia de las redes sociales y aplicar derecho de admisión

Una ola de violencia marcó los últimos días: dos asesinatos y una agresión racial sacudieron a la opinión pública. En el deporte, parece ser un tema de no acabar y ahora se pide por el derecho de admisión y vigilar las redes como solución.

Deporte, expresión de violencia social.
Deporte, expresión de violencia social.

Una joven asesinada por hinchas de basquetbol luego de un partido, una mujer negra atacada e insultada por su condición racial a la salida de un boliche y un pistero muerto en una rapiña marcaron los últimos diez días en Uruguay. La violencia parece haber ganado terreno en la sociedad y las agresiones se hacen frecuentes en disputas personales de todo tipo, en un ámbito en el cual, según dice el gobierno, las políticas de prevención no llegan.

En ese marco, el deporte es uno de los espacios en los que tarde o temprano se está produciendo algún hecho de violencia extrema. Las canchas de fútbol y basquetbol han mostrado en el último tiempo reiteradas imágenes de ataques, tanto entre hinchas como entre los propios jugadores.

Así, la violencia vinculada al deporte viene siendo estudiada por parte del gobierno y, por ejemplo, fue tema de conversación y análisis en el último Consejo de Ministros, según explicó a El País la ministra de Turismo y Deporte, Liliam Kechichián. Al entender de la jerarca, la violencia no está limitada al ámbito deportivo. «La sociedad a veces se expresa violentamente en el deporte, pero a veces tiene la violencia presente en otras actividades o en otras organizaciones», comentó.

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En ese marco, la ministra señaló tres áreas en las que se debe avanzar para poder poner fin a un fenómeno que en los últimos tiempos, al menos una vez al año, se cobra la vida de una persona, como pasó el viernes 14 con Soledad Barrios, una joven de 28 años que fue asesinada en el balcón de su casa en el medio de un enfrentamiento de hinchadas tras un partido de basquetbol con el cual ella nada tenía que ver. Kechichián habló de ser más duros en la aplicación del derecho de admisión, de la necesidad de que los clubes se preocupen más por el tema de la violencia en las hinchadas y de la importancia de atender las disputas que se forjan fuera de la cancha, fundamentalmente en las redes sociales.

«Hay comportamientos nuevos», dijo la ministra, y agregó que en muchos casos las nuevas plataformas digitales son utilizadas por las hinchadas para convocarse a pelear. «Merece un estudio muy profundo, no podemos negarnos a que hay fenómenos nuevos. Toda la sociedad tiene que estar atenta; no niego que el Ministerio de Turismo y Deporte tenga que hacer su aporte, que pueda ayudar a esas investigaciones», señaló la jerarca. Luego, añadió: «El Estado no puede ser desertor, no podemos mirar para los costados ante una situación como esta».

Por otra parte, llamó a los clubes a aumentar los esfuerzos en los controles contra los hinchas violentos y a trabajar más en los temas de seguridad. «Hay que hacer un trabajo con las hinchadas, no es comprensible que disfruten siendo hinchas y teniendo esos comportamientos; hay toda una tarea de trabajo con las instituciones porque sólo la sanción no puede ser la solución final», expresó la ministra. Al ser consultada por los hinchas que estaban con la cara tapada mientras se jugaba el partido entre Cordón y Welcome, Kechichián dijo que «no es justo» y que «no comparte» que solucionar ese tipo de problemas sea una tarea sólo del Ministerio del Interior. «Ahí tienen que jugar un papel sumamente importante los dirigentes de los clubes, que son los que conocen a su hinchada y son los que pueden proporcionar muchos datos; en primerísimo lugar los clubes», opinó.

En ese marco, la ministra entendió que se debe aplicar el derecho de admisión con más firmeza en los espectáculos deportivos. Según dijo, el objetivo debe ser que alguien que es reincidente en hechos de violencia, alguien que ya está registrado por actitudes de ese tipo o que estuvo en hechos violentos vinculados al deporte, «por lo menos por un tiempo no puede entrar a un espectáculo deportivo», afirmó.

Hoy en día, la Policía realiza una revisión «exhaustiva» para los partidos de riesgo, además de espirometrías selectivas. En los estadios se trabaja con cámaras de seguridad, pero en los hechos no se aplica el derecho de admisión. Mientras, los números muestran una sociedad más violenta: en los últimos dos años creció la violencia interpersonal. Según datos oficiales, las lesiones leves crecieron de 3.922 a 4.276 de 2011 a 2012, mientras que las graves pasaron de 248 a 316. Además, un promedio de diez armas por día fueron registradas durante este año por civiles, y las armas entregadas en forma voluntaria fueron apenas 160.

 

SANCIONES

De momento, y en principio hasta el 3 de enero, el basquetbol se encuentra suspendido. Se espera que antes del 28 de diciembre se conozcan las sanciones para los equipos implicados, que se estiman pueden pasar por la quita de puntos o la desafiliación.

Sobre eso, la ministra se mostró partidaria de dar una «señal fuerte» con las sanciones que se aplicarán por los incidentes ocurridos luego del partido entre Cordón y Welcome. Dijo que la decisión es de la Federación de Basketball, pero afirmó que el mensaje que se dé con las penas tiene que ser «contundente». «No puede considerarse normal que alguien vaya a un espectáculo deportivo armado y mucho menos que se cite a pocas cuadras a pelear», afirmó. El Ministerio de Deporte participa de la Comisión para la Prevención, Control y Erradicación de la Violencia en el Deporte, que es presidida por el Ministerio del Interior. El País procuró contactarse con alguien de esa cartera, pero no accedieron a responder.

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La construcción de la Rambla Sur

Cuando Montevideo abordaba obras faraónicas.

Galería «a cielo abierto» sobre su construcción en Parque Rodó

Sobre fines de la década de 1920, Montevideo abordó una de las obras más ambiciosas y complejas: la construcción de la Rambla Sur. Todo ese proceso, que incluyó la desaparición de dos playas, puede verse en una exposición de fotografías.

«La obra que va a realizar esta comisión puede afirmarse sin temor, es la de mayor trascendencia que ha realizado y que quizás pueda realizar en mucho tiempo el Municipio de Montevideo», aseguraba César Batlle Pacheco, vicepresidente del Concejo de Administración Departamental y miembro de la Comisión Financiera de las Obras de la Rambla Sur, en un discurso pronunciado en marzo de 1926. Y no se equivocó.

La construcción de la Rambla Sur supuso el abordaje de proyecto titánico que sin respetar la geografía de la costa, robó terreno al mar y sepultó dos playas de las que solo quedaron algunas fotografías (Santa Ana y Patricios), ubicadas entre la Ramírez y la zona portuaria.

La construcción de la Rambla Sur, balcón al Río de la Plata que va desde la Escollera Sarandí hasta el Parque Hotel, se inició en 1928 con maquinaria con la que hoy no se construiría ni un muelle, buzos de escafandra y obreros que pusieron en cada centímetro ganado a la tierra y al mar, el mayor arresto.

Todo ese esfuerzo puede verse (hasta el 17 de julio) en la «fotogalería a cielo abierto» del Parque Rodó, en la Rambla Wilson y Pablo de María.

La construcción del tramo de la rambla correspondiente a la Ciudad Vieja trajo consigo cambios en el espacio y en la composición social de la zona.

Las calles Brecha y Buenos Aires fueron ensanchadas, disponiéndose además la creación de una explanada entre las calles Treinta y Tres, Reconquista, Ituzaingó y la rambla misma. A su vez, calles como Santa Teresa, Yerbal y Recinto desaparecieron para siempre de la geografía del casco histórico.

Debido a razones estéticas e higiénicas, fueron expropiados los predios limítrofes con el espacio que ocuparía la rambla. Además de obtener los terrenos necesarios para la realización de la obra, a través de esta medida se pretendía erradicar definitivamente el barrio prostibulario, popularmente conocido como «El Bajo». La demolición de estas viviendas provocó la migración de parte de la población de la Ciudad Vieja.

La rambla de punta a punta

Con 22 kilómetros de largo, la rambla es Monumento Histórico Nacional. A inicios de 2010 fue propuesta como Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco.

En 1909 se construyó el corto tramo de la rambla que va del Parque Hotel hasta el Parque Rodó. En 1912, la rambla de Pocitos. Y en 1915, las de Punta Carretas y Carrasco.

La obra de la rambla Sur se inició en 1928 y fue inaugurada oficialmente el 31 de diciembre de 1935. En agosto de 1934, una vez que el gobierno municipal adquirió la propiedad del Templo Inglés, éste comenzó a ser demolido. El nuevo templo, inaugurado del otro lado de la rambla el 6 de junio de 1936, respetaba en gran medida los lineamientos arquitectónicos de su antecesor.